*Pequeñas Criticas

Oppenheimer: El Drama Épico que Desafía la Ética y la Ambición

Published

on

Christopher Nolan regresa a la gran pantalla tres años después del estreno de la fallida Tenet, con un drama que se centra en la vida del científico estadounidense Julius Robert Oppenheimer y su papel en el Proyecto Manhattan como desarrollador de la bomba atómica. En esta ocasión, el cineasta se acerca por primera vez a un biopic, pero impregnado por su estilo inconfundible. 

Oppenheimer es una adaptación de la novela American Prometheus: The Triumph and Tragedy of J. Robert Oppenheimer, publicada en 2005 por Kai Bird y Martin Sherwin. Partiendo de este punto, lo que Nolan plantea en esta película es un retrato de los demonios y el profundo conflicto moral que implica el haber creado un arma que terminó con la vida de más de 200 mil personas.

Al darse cuenta del poder devastador de su invención y luego de presenciar las horribles imágenes del bombardeo en las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki, Robert Oppenheimer (Cillian Murphy) decidió alzar la voz para exigir mayor gobernanza al desarrollo y uso de las armas nucleares, oponiéndose en más de una ocasión a las posturas del mismo gobierno al que alguna vez sirvió con orgullo. Aprovechando su creciente popularidad, este comenzó a lanzar duras críticas contra las autoridades, importunando a miembros del gabinete presidencial, entre ellos Lewis Strauss (Robert Downey Jr.), entonces coordinador del Comité de Energía Atómica de los Estados Unidos. Como resultado, una campaña de desprestigio bien orquestada se encargaría de restar credibilidad a las palabras del brillante científico, al cuestionar su lealtad a la nación debido a su participación en asociaciones comunistas durante sus años como docente. 

Oppenheimer es un exuberante espectáculo cinematográfico como solo Christopher Nolan es capaz de montar. La majestuosa fotografía de Hoyte Van Hoytema en conjunto con las estremecedoras composiciones musicales a cargo de Ludwig Göransson y el extraordinario diseño de sonido, logran crear una atmósfera de total inmersión, transmitiendo efectivamente la tensión y la adrenalina de las primeras pruebas atómicas, conocidas como Trinity.

Lo concebido aquí es una épica en semejanza al Hollywood de la Era de Oro, cuya alma va junto a la rebeldía y moral ambigua al estilo del Nuevo Hollywood. Este film cumplió con un tiempo récord de grabación, alrededor de 57 días tomó capturar todas las escenas necesarias para tener como producto final una película de 3 horas en formato IMAX y escenas a blanco y negro grabadas en análogo; la cinta mide 17 kilómetros y pesa 272 kilos. Además, decidió hacer la toma de la explosión en Los Álamos sin uso de efectos especiales en post producción. La mayoría de la escenografía se creó en locaciones extremadamente parecidas a las originales y hasta grabaron en la casa del propio Oppenheimer y en el Instituto de Estudios Avanzados en Princeton, Nueva Jersey. 

A lo largo del relato, desarrollado en orden no cronológico aprendemos más acerca de sus mentores, las relaciones amorosas que llevó y en especial, de sus años como líder del Proyecto Manhattan, encargados de ganar la carrera armamentística contra las fuerzas del Eje. Su narración con extractos de las reacciones físicas que generan el estallido de la bomba, y más allá de su valor metafórico, son una auténtica delicia visual.

 «Fisión» nos muestra la historia a partir de las memorias de Oppenheimer, mientras este es interrogado durante un supuesto procedimiento de rutina para renovar su autorización de seguridad, casi una década después del término de la guerra. En paralelo, el segmento «Fusión», también en referencia a un ejemplo de reacción nuclear, va intercalándose en el relato con anécdotas presentadas desde la perspectiva de Strauss con una fotografía en blanco y negro, al ser cuestionado en 1958 por la cámara de Senadores de los Estados Unidos en relación a su vínculo con el controversial científico. Un meticuloso trabajo de edición permite hilar ambas versiones, dejando en claro la lucha de egos de dos hombres cuya ambición y sed de poder terminaría conduciéndolos por el lado oscuro de la historia.

Cillian Murphy y Robert Downey Jr se sumergen por completo en la piel de sus personajes en la que entregan todos los matices posibles y brindan las interpretaciones más impresionantes de sus carreras. Pero no están solos, alrededor pulula un reparto coral increíble, que interpreta a una auténtica pléyade de personajes y el sobresaliente mérito es lograr darles entidad y coherencia que cumplen su función en la trama; lo que dice mucho, no solo del talento actoral de las estrellas que lo conforman (Matt Damon, Emily Blunt, Josh Harnett, Alden Ehrenreich, Kenneth Brannagh, Rami Malek, Casey Affleck), sino de una dirección de actores que está en lo más alto. 

Infortunadamente, a pesar de su proeza visual y sonora y de su relevancia temática, Oppenheimer peca de una tendencia que ha venido dándose en Hollywood en los últimos años: alargar demasiado la película, (para mí le sobran 20 min) esto hace que la estructura narrativa y el ritmo de la película resulte algo tedioso, especialmente durante la primera mitad. La cinta se vuelve menos demandante y un poco más ágil una vez que la bomba atómica es revelada al mundo, y el espíritu del protagonista es confrontado por las atrocidades de su invento. «¡Tengo sangre en las manos!», confiesa Robert Oppenheimer al entonces presidente de los Estados Unidos Harry Truman (Gary Oldman) quien dio la orden de utilizar las armas en contra de Japón.

Oppenheimer es un drama biográfico de una enorme escrupulosidad que ofrece una visión íntima del científico más relevante de su generación, una de las figuras icónicas del siglo XX para quien el triunfo y la tragedia se unieron, y la contrapone a la figura de Lewis Strauss, fundador del Consejo de Energía Atómica, que se estableció en 1946 para coordinar la investigación y el desarrollo de la energía nuclear. Un choque entre personas que, como mandan los tópicos del biopic, apenas se ven frente a frente, aunque sus actos marcarán sus respectivos destinos.

Candidata desde ya para arrasar en la temporada de premios. 

Trending

Salir de la versión móvil